A menudo escuchamos lo importante que es estar motivado para lograr lo planeado. En psicología y filosofía, la motivación implica estados internos que dirigen al organismo hacia determinadas metas. Estos son los impulsos que mueven a una persona a realizar determinadas acciones y perseverar en ellas hasta el logro.
Las diferentes escuelas de psicología tienen diferentes teorías sobre el origen de la motivación y su influencia en el comportamiento. ¿Qué puede hacerse para aumentar la motivación?
Para nosotros, lo primero y más importante es entender que como personas pensamos en imágenes y que cuando tenemos una imagen clara de lo que queremos, lo demás viene por sí solo.
Cuando alguien se encuentra en un estado de falta de motivación significa que las imágenes que tiene en la mente no son imágenes de la meta que persigue, sino imágenes de otras cosas, imágenes de distracción.
Lo que debe hacerse de inmediato es simplemente cambiar las imágenes.
Por ejemplo: cierre los ojos y comience a visualizarse como si ya estuviera en posesión del objetivo. Nuestro cuerpo no se mueve si no recibe órdenes de nuestra mente y cuando ponemos imágenes de lo que queremos y comenzamos a sentirnos emocionados, el cuerpo entra en acción. Estamos acostumbrados a pensar que con nuestra fuerza de voluntad podemos lograrlo todo y de hecho lo que nos mueve son las imágenes que ponemos ante nuestros ojos usando la capacidad de la imaginación.
LA IMAGINACIÓN juega un papel mucho más importante en nuestras vidas de lo que la mayoría de las personas creen pero es importante no confundirla con la visualización consciente. Hace muchos años, muchos atletas comenzaron a utilizar la visualización consciente para mejorar su rendimiento.
“La imaginación es la fuerza más maravillosa, milagrosa
e inconcebiblemente poderosa que el mundo ha conocido”
Napoleon Hill