La palabra percepción proviene del latín perceptio, compuesta del prefijo per (por completo) el verbo capere (capturar) y el sufijo tio (ción, acción y efecto). Es decir es "La acción y efecto de capturar por completo las cosas".
La percepción es el proceso por el que la mente convierte los estímulos sensoriales que recibe a través de los sentidos en una impresión consciente del entorno. Sin desearlo asociamos a esas percepciones la información que tenemos almacenada previamente en nuestro cerebro, información fruto de otras percepciones anteriores en el tiempo. Es por eso que nuestras percepciones son siempre interpretaciones.
No vemos sino que interpretamos. Percibimos al mundo de manera principalmente inconsciente y esa percepción está condicionada por numerosos aspectos, tales como la historia familiar, la educación que hemos recibido o las experiencias que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida. Toda esta información se almacena en nuestro inconsciente. Los prejuicios que configuran nuestras interpretaciones decretan nuestras experiencias, haciéndonos creer que lo que percibimos es la única realidad. La clave para modificar nuestra percepción está en las emociones. No es lo que nos pasa, sino la manera en que percibimos “eso que nos pasa" lo que determina nuestra reacción emocional.
"El cambio no sucede en tu futuro,
sino en la percepción de tu pasado".
Enric Corbera
La percepción es una de las facultades intelectuales y como todo tiene las dos polaridades, positivo y negativo. El modo en el que usamos nuestra percepción está determinado por nuestro inconsciente y esto significa que estamos en piloto automático la mayoría de nuestra vida, actuamos por hábito sin requerir acto alguno por parte de nuestra consciencia.
Por ejemplo: cuando nos sucede algo tenemos la posibilidad de ver esa situación como algo "bueno o malo" aunque de verdad esa situación no es ni "buena ni mala" solamente ES, nuestro condicionamiento es quien decide verlo de una u otra manera. Cuando nos encontramos frente a una situación a la que consideramos como algo "malo" podríamos formar el hábito de utilizar la ley de polaridad y buscar el lado "bueno", puede parecer difícil pero siempre se encuentra ahí, muchas veces está muy escondido y deberemos esforzarnos para encontrarlo.
El autor de psicocibernética Dr. Maltz postula que se requieren aproximadamente 21 días para poder modificar un hábito conscientemente, durante ese periodo es necesario estar muy focalizados y utilizar cada situación como un campo de entrenamiento para la búsqueda de lo positivo.
Cuando te sientas incómodo,
detente un momento y analiza tu percepción.
• Deja de posicionarte.
• Deja de emitir juicios.
• Deja de justificarte hablando del otro.